La Alianza Humano/Dragón

La forja de la alianza en Gaia

De como los Dragones comenzaron su andadura en este Universo.

Los Dragones asistieron a Gaia desde su creación primordial. Fueron grandes sembradores de semillas cósmicas, ya que crean matrices de diversos seres y tramas de luz para dar vida en planetas y lugares.

Aman a Gaia como un lugar sagrado donde cohabitaban con otros elementales y elohims creadores de vida. 

Llegó Lemuria y la conexión con los seres Humanos se forjó, esa alianza fue sagrada y se consagró. Eran nuestros maestros de magia y protectores. La alianza con tú dragón era algo único y mágico.

Tras la caída de Atlántida muchos de ellos se fueron al exilio, durmieron en cuevas y bajo montañas esperando el llamado del corazón del Humano. Esperando el momento en el que el Humano despertara a la Magia y les recordara y creyera de nuevo en ellos. 

                                    MONTSERRAT- MONTAÑA DE DRAGONES

El corazón ha despertado y el llamado se ha lanzado

Energías Dragón

La energía de los Dragones lleva años sintiéndose con fuerza, pero estos últimos años han sido cuando más se ha despertado el interés y ha surgido a la luz.


La energía de los dragones es inconmensurable, indómita e irrefrenable. Trabajar con ella te exige un nivel de autoconocimiento y raíz brutal. Es mi sentir, su energía es tan tremendamente poderosa que, sino puedes perderte, ser engullido por ella. Es un lugar al que se llega por merecimiento, por acciones, por pasos dados.


Tras conectar con ellos hace ya varios años, no entendí demasiado bien la grandeza de estos seres tan arraigados a la Tierra. Solo el paso del tiempo, el trabajo en mí, la evolución y mis maestros animales que cada vez me iban llevando por sendas más llenas de magia me preparó para entender y conectar con algo así, tan lleno de magia.


Desde mucho tiempo atrás los animales me hablaron de la magia de Gaia, siempre fue algo presente en mi vida, pero no entendía demasiado bien la profundidad de ese concepto, hasta que conecte con ellos. En mi formación Maestría Animal trabajamos con ellos, los primeros participantes  fueron enlazados por esa maravillosa energía. Yo llevaba trabajando con ellos tiempo, pero de modo personal y crecimiento personal/espiritual.
Al abrirlo a las personas que se formaban conmigo pude ver que no era algo personal lo que sentía. Melancolía y tristeza por el tiempo que ya pasó, por su lejanía. Por las muertes de tantos de ellos. Y vi como en muchas personas empezaba a surgir ese mismo sentimiento y ese anhelo de reconectar de nuevo con su maestro dragón. Este trabajo me llevo a muchos otros, siempre acompañada por su fuerza y determinación. E hizo que en los anteriores años mi vida haya sido tremendamente intensa, emocionante, dura y bella.

Conectar con tu Dragón es una experiencia inolvidable, sentir esa mirada clavada en ti, aun recuerdo la primera vez, llore de emoción. Hay tanto que despertar, que se muestra. Hay tanto que recordar, que sentir. He tenido tantos maestros a lo largo de mi vida, muchos me decían recuerda, recuerda. Cuando dejas de querer aprender, de querer saber, recuerdas.
Y cuando recuerdas este maravilloso mundo de magia, de honor y de sabiduría es tan precioso, tan grande. 

He visto en muchas personas que he conectado a esta energía ancestral, hacer cambios en sus vidas espectaculares, empoderarse, soltar, mirarse sin miedo, saltar antiguos precipicios que no se atrevían antes. He visto tanta fuerza y compromiso en tantos de ellos que esto me ha dado esperanza en mi propia especie, algo harto olvidado por mí.


Y no es solo lo fantásticos que son, la fascinación que puede suponer todo esto, sino el trabajo real, diario al que estás ahí comprometido. Los Dragones son honor, compromiso, verdad, amor, lealtad y te conectan con la inocencia más auténtica de tu ser. Sino crees es imposible acceder a ellos.